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El niño y lo real de nuestro tiempo ¿Qué decimos los psicoanalistas?

Como es sabido,  desde el origen mismo, la práctica del psicoanálisis con  niños trajo aparejados problemas para  su abordaje. Esto fue así desde que los analistas se encontraron obligados a dirimir similitudes y diferencias  respecto del paciente adulto para el que había sido pergeñado el corpus teórico del psicoanálisis.
Con el tiempo, el debate sobre la analizabilidad del niño se fue desplazando, recayendo sobre las variables técnicas y los casos en las que debían implementarse. De ese modo, pioneros y seguidores ajustaron sus herramientas y se manifestaron a favor o en contra de trabajar con los padres, de armar una caja de juegos y juguetes, también de jugar o no con el niño o invitarlo sólo a la palabra.
Los  años vieron pasar diversas corrientes psicoanalíticas que fluyeron desde los aportes de Melanie Klein, Anna Freud, Donald Winnicott, Françoise Dolto y  Maud Manoni, en otros continentes, hasta  Arminda Aberastury y el lacanismo en nuestras latitudes.
Hoy las variables se sostienen y ahondan con nuevos perfiles poslacanianos, invitándonos, en una nueva vuelta, a repasar las variantes de la cura tipo e interrogar las razones que guían nuestra práctica, más aún si la llamamos del psicoanálisis.

Algunos de los interrogantes que trabajaremos son:

  • La tecnología ¿y el sujeto?
  • El apego ¿qué ideal? ¿qué fantasmas?
  • El padre ¿qué père-versiónes?
  • El bullying ¿qué síntomas? ¿qué goces?
  • La educación ¿qué se enseña?
  • La autoridad ¿qué libertad?
  • El sexo ¿qué sexuación?

Los invito a recorrer la formalización lógica del por qué de nuestras intervenciones haciendo pie en los conceptos fundamentales y en la fecundidad clínica de nuestra experiencia.

El seminario consta de cinco clases en video de aproximadamente una hora y media. Una vez inscripto, tiene todas las clases a su disposición para realizarlas dentro de los tres meses. Inicio lunes 19 de marzo de 2018.